Lo había visto debutar una tarde fría de mayo en matute ante el Octavio Espinosa de Ica, recuerdo la víspera apareció una foto en el diario Extra, de un morenito rodeado de dos trofeos y como título decía: «Niño de 14 años debuta mañana en Alianza Lima» y entonces acudí muy entusiasmado para ver a alguien a quien observe semana a semana en el torneo «Chabuca Granda» regalando goles y lujos; Luis Escobar: era un niño genio, era el hijo mimado de todas las madres de los jugadores íntimos que actuaban en los juveniles, era quien salvaba muchas veces el partido sus apariciones eran espectaculares y tenía un golpe de cabeza impresionante, ah también le entraba bien al golpe, como olvidar esas broncas contra Cristal en la florida y contra la «U» en el «Lolo Fernández», alguna vez conversando con Gerardo Calero el arquero de aquel equipo juvenil me dijo: «Lucho era muy especial, el equipo jugaba a su ritmo, cuando él quería, era difícil elegirlo como amigo, el elegía a sus amigos, el asumía el liderazgo, en el equipo había chicos que tenían igual o mayores condiciones como el «Pacho» Bustamante pero el carácter de Luis terminaba por opacarlo a pesar de ser el menor del grupo», aquella tarde del 26/05/84 el partido en matute termino 1-1 pero Luis nos regaló dos jugadas como para ilusionar con su futuro: en una jugada humillo al defensor Luis Tordoya ,por occidente en una mezcla de velocidad y habilidad que termino con un disparo cercano al poste derecho del arco iqueño y luego estrello en el travesaño un cabezazo cuando parecía que llegaba el segundo. La actuación de Escobar y toda su «batería» se dio porque el primer equipo estaba de gira por EEUU y Corea, aunque claro tenían dos refuerzos de lujo: José Velásquez y Gonzales Ganoza que por problemas en su documentación no pudieron viajar, esa tarde del debut absoluto el cuadro aliancista alineo de la siguiente manera:
Gonzales Ganoza, Cesar Sussoni, Daniel Reyes, William León y Gino Peña.
José Velásquez, Carlos Cancino, Carlos Bustamante y Jorge Cordero.
Ernesto Aguirre y Luis Escobar.
El técnico fue Javier Castillo.
Al regreso del primer equipo Luis volvió al juvenil para ganar el torneo en un partido de definición en el «Lolo Fernández» al Cristal 2-0, pero su primera gran tarde se dio en medio de la crisis que atravesaba Alianza lima en el arranque del descentralizado 84, ya que en nueve partidos «Los Íntimos» solo marcaron tres goles, pero aquella tarde del 09/09/84 en medio de una gran cantidad se espectadores en el Estadio Nacional, recuerdo haber llegado no sé porque razón a la popular norte para los 20 minutos finales del «U» vs UTC de Cajamarca que tenía como protagonista al portero de los cajamarquinos que atajaba de todo y evitaba los goles «Cremas» ante la algarabía de la popular sur, el moreno portero que se robaba el show era «Neneca» Acevedo que sin embargo fue vencido por el infalible Jaime «Diablo» Drago de penal en el último minuto.
(1-0), ya en el partido de fondo se enfrentaban Alianza Lima y Sporting Cristal, los íntimos por la necesidad buscaron desde el inicio el arco rimense con su delantera integrada por Eugenio La Rosa, Luis Escobar y Rey Muñoz, fue precisamente Rey Muñoz que al recibir un servicio largo se fue por occidente con norte y previa gambeta lanzo un centro que cayo justo entre el «Panadero» Diaz y Orlando Mendoza, entonces apareció un niño aun sin sus tobilleras que luego lo distinguirían del resto de manera fantasmal para adelantarse a Gerardo Rubiños y cacheteando el balón provocaba el primer rugido de la popular sur.
Casi sobre el final del primer el grito de gol lo sentí muy cerca, esta vez apareció Alfredo Quezada para demostrar su vigencia y punteando el balón ante la salida de Gonzales Ganoza puso el 1-1 momentáneo. En el segundo tiempo el partido se hizo de ida y vuelta hasta que a Eugenio la Rosa se le ocurrió desbordar a cuanto rival le salía al paso y por occidente con sur puso la pelota al viento imposible para el «Panadero Diaz” y para Pérez, pero no para Escobar que elevándose sobre ambos coloco un frentazo lejano para Gerardo Rubiños que no quiso hacer más linda la foto y se quedó parado. Golazo y triunfo (2-1) era la primera gran tarde de Luis Escobar, llegarían luego más tardes de gloria para el niño con pasta de crack, aquel niño que soñó con ser ídolo de la blanquiazul, aquel que se rebelaba a los técnicos cuando iba al banco de suplentes, aquel que no tenía problemas en manifestar su molestia cuando lo comparaban con Teófilo Cubillas, aquel que se ponía de acuerdo con «Pacho» y Cavero en el equipo suplente para ridiculizar a los mayores del primer equipo como Velásquez y Valencia que terminaban «ajustándolos», aquel que rompió en llanto cuando Quiroga le tapo un penal decisivo en matute, aquel que se convirtió en el verdugo de los «Cremas», aquel que inmortalizo sus clásicas tobilleras, aquel del golazo de «CHALACA» a Acasuzo en matute o los golazos en clásicos ,un fuera de serie que se fue cuando dejaba de ser promesa para convertirse en realidad…
«El Potrillo» Escobar